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Paseo histórico por los monumentos de Sitges A partir de los monumentos se han descrito episodios destacables de la historia de Sitges, que es de donde surge su diversidad y su carácter.
Raíces: Durante la Edad Media formaba parte de un territorio donde pasó a manos de distintos nobles, sobre todo por ser un buen lugar de aprovisionamiento, una riqueza que provenía de la tierra y la pesca. El casco antiguo reúne la muralla medieval, y el carrer de la Davallada, el carrer d'en Bosch y el Palau del rei Moro están hechos de piedra, por lo que el terreno no es liso y hay que tener cuidado.
Tiempos difíciles:
En la falda del Baluard encontramos la Fragata, hoy en día un lugar de recreo, pero que en tiempos pasados acogió a una fragata para defenderse de los piratas. Sitges parecía siempre amenazada por unos u otros en sus inicios. También del XVIII es la ermita del Vinyet, protectora de Sitges, donde la leyenda dice que se encontró la imagen de la Virgen y allí se construyó.
Hacia el progreso:
También en 1977 se inauguró una estatua de su figura que actualmente puede verse en la playa San Sebastián.
Modernidad: Se construyó el Paseo Marítimo o de la Ribera, que va desde la Punta hasta el Hotel Playa Golf, y se inauguró la Casa del Rellotge en el Cap de la Vila. Los museos Maricel y Romántic fueron impulsados para mostrar a un amplio público las colecciones de arte y objetos, e incluso en el siglo XXI se hace gala de arte moderno con la Fundación Stamplfi.
El turismo de playa, que venía siendo exclusivo para familias importantes de otras zonas de Cataluña, cambió en los años sesenta para convertirse en un turismo más diversificado y más predispuesto al consumo.
En la pantalla: |
Playas de Sitges
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Las playas de Sitges son de las más concurridas de la costa mediterránea. La arena y el agua pasan cada año los controles de calidad y ofrecen algunos servicios para hacer esta actividad veraniega aún más cómoda, como el alquiler de hamacas, de patines aquáticos, torres de socorrismo, chiringuitos, duchas o papeleras. Al mediodía y durante gran parte de la tarde las horas de sol son más fuertes, casi asfixiantes, por lo que es recomendable protegerse bien.
Sitges, hace años
Todas las playas de Sitges Uno puede pasearse por el espigón y contemplar las vistas, pero mientras se está dentro del agua está prohibido acercarse a ninguno.
No bajar la guardia
En los últimos años también ha crecido un número de ofertas dudosamente legales y que es mejor dejar pasar de largo, como los que hacen masajes, e incluso tatuajes, los que venden colonias o cremas de playa. También es importante tener cuidado cuando se abandona la toalla, junto con lo demás, para ir a darse un baño, porque es fácil perderla de vista entre tanta gente y hay que tener un punto de orientación. No es frecuente que se produzcan robos, pero toda precaución es poca.
Playas populares
Todo el mundo acaba teniendo una playa preferida y a la que se acostumbra a ir, pues cada una tiene sus propias características. También se suelen improvisar clases de Tai-chi o exposiciones de grandes esculturas de arena. También se elige porque se acaban encontrando las mismas personas, los amigos de playa, y si se viene a pasar el rato a charlar.
Costumbres adquiridas
Frente a la Platja de la Ribera se levanta una fuente rodeada por un banco, donde es costumbre sentarse para expulsarse la arena de los pies al salir de la playa. Aunque en todas las platges hay un surtidor de agua para lavarse los pies antes de subir las escaleras muchos prefieren usar la toalla y limpiarse los pies en los bancos del Paseo. Si están libres.
En temporada baja En invierno y en otoño el panorama es radicalmente distinto. La playa es usada por los surfistas, corredores y otras actividades deportivas. Y cuando hay temporal suele ser impresionante ver el agua levantando olas, chocando contra los espigones y comiéndose la arena. |