Hola a todos!
 
 Muchas veces las cosas más interesantes de cada viaje, te das cuenta que no aparecen en las guías de las librerías, las cosas que más recuerdas son aquellas que descubres casi por casualidad callejeando por una calle, casi perdido y cuando crees que es mejor ir dando la vuelta porque "aquí ya no hay nada...".
Pues eso, muchos de esos rincones fantásticos, esos restaurantes escondidos en una calle en las afueras de tal ciudad en el que merece la pena llegar tan sólo por probar aquel plato, o aquellas casitas de cuento de hadas plantadas en el último monte de aquel pueblo al que nadie hubiera llegado... muchísimas de esas experiencias no las habría vivido si no hubiera gente como vosotros a los que les entusiasma viajar y compartir aquí todo aquello que les llega al alma...
Por ello, esta vez sí, me apetece dedicar una parte de mi tiempo a explicaros lo que ha sido esta escapadita y sólo con que a alguien le sirva de algo, yo ya me doy por satisfecho.
 
1ER DIA: LLEGADA A AMSTERDAM Y TOMA DE CONTACTO.
 
 
CANAL DE PRISENGRACHT
 
Llegamos al aeropuerto de Schiphol a la una del medio día desde Barcelona.
 Utilizamos la compañia de vueling, (la cual fue bastante bien)
 Llegamos al aeropuerto de Schirpool
Sólo llegar sacamos los billetes de tren para poder llegar al hotel.
Los billetes, unos 3,5€ más o menos y el tiempo hasta la estación central una media hora más o menos. Desde allí, tomamos el tranvía número 2 y después de 25 minutos de paseo encantador, llegamos a nuestra parada. Una vez allí, a cinco minutos el hotel.
 Tranvia de Amsterdam
 **Parece un poco enredoso, pero tranquilo que es muy sencillo y no pierdes tanto tiempo** 

ALOJAMIENTO EN AMSTRERDAM, Hotel que recomiendo absolutamente a todos aquellos viajeros que no quieran gastar demasiado dinero en alojamiento pero sin embargo no quieran renunciar a ciertas comodidades, a un desayuno más que variado, de calidad y abundante, y aunque no céntrico, si muy bien comunicado. Se trata del HEM AMSTERDAM. A propósito del hotel si quiero hacer un inciso importante: al reservar, en algunas webs pone algo así como “anexo HEM AMSTERDAM”. Se refiere a unas casetas que han construido justo enfrente del hotel, en el mismo recinto, y por lo que he leído es horrible. Si os interesa el hotel, aseguraros de escoger la habitación standar. Doy buena fe de que el hotel, sin ser lujoso (es de tres estrellas que se corresponde con un tres estrellas de España), está más que correcto.
 
Dejamos las maletas en el hotel, comimos unos bocatas que traíamos de casa, y nos lanzamos a la calle con ansias de ver y empaparnos de aquella ciudad que ya habíamos intuido a través de los cristales del tranvía. Recorrimos de nuevo las callejuelas de Amsterdam para dirigirnos a la oficina de turismo a recoger los bonos de transporte de 72 horas que nos regalaba el hotel, o mejor dicho, iban incluidas en el precio para “subsanar” el inconveniente (para quien lo sea) de la distancia que hay a los principales intereses turísticos. Una vez allí aprovechamos para hacernos con un mapa-callejero y para contratar la excursión que pensábamos hacer el último día y de la que más adelante os hablaré. Deciros que sin ser los días propiamente de semana santa, hicimos una cola increíble en la oficina de turismo. Va por número como en las carnicerías, y al llegar teníamos 70 personas delante…casi ná!! una hora bien buena allí de pié…os lo comento para que os informéis por el foro, porque seguro que hay otras maneras de hacerse con el bono de transporte a parte de la oficina de turismo.
 
En cuanto al tema del transporte, el bono 72 horas de transporte ilimitado cuesta 15 €. Hay quien dice que en Amsterdam no hace falta transporte al ser una ciudad pequeña… ¿Qué queréis que os diga? A mí me vino muy bien… cuando sales del hotel a las 8 de la mañana y te pasas todo el día andando…a las siete de la tarde se agradece coger el tranvía aunque sea para tres paradas…esto ya va a gustos.
 
Siguiendo con la ruta del primer día: desde la estación central nos fuimos andando hasta la zona de los canales y estuvimos recorriendo Singel, Prinsengracht, Keizergracht, Herengracht, pasemaos por el Jordaan y nos dejamos envolver por sus pintorescas calles, sus curiosas tiendas, las casas flotantes decoradas con flores de colores que dan esa pincelada de alegría a Amsterdam.

Pasamos toda la tarde andando, embobados, luchando por no morir aplastados por las bicis y los ciclistas que son sin duda los dueños de la ciudad…paramos en una cafetería muy bonita cerca de la casa de a Anna Frank, pero es justo que diga que para mí,  no he conseguido encontrar ni un solo lugar en el que sirvan una café aceptable…no puedo decir lo mismo de los dulces que acompañan a esos cafés…mmm…
 
Desde allí decidimos cruzar las calles que separan el Jordaan para dirigirnos al Barrio Rojo…
.Pues eso, callejuelas estrechas y con un farolillo rojo iluminado en cada puerta (de ahí el nombre del barrio), cada puerta de cristal con su cortina, algunas con la cortina puesta y en otras mujeres impresionantes, se mostraban en biquini o tanga. El 90% de la gente que se paseaba por allí eran hombres, muchos entraban, veías a otros negociando precio… Es interesante por la novedad y por lo que conlleva el hecho de que la prostitución sea legal, pero ya está. Te planteas una vez allí hasta qué punto es lícito que los turistas paseemos por allí cámara en mano, a ver si una se descuida y se le puede sacar una foto.
Evidentemente, prohibidísimo sacar fotos…..   je,je,je
 
 
 
Ya era tarde y teníamos hambre, decidimos entrar a cenar un libanés. Cenamos falafel con ensalada y cocacola light. 15€ los dos, como en Barcelona…
 
Estábamos muertos, eran las 23.00 y al día siguiente teníamos hora a las nueve de la mañana en las casa de Anna Frank, así que decidimos ir tirando para el hotel que aún nos quedaba un paseíto… 
Así fue nuestro primer día.
 
    
 
 
 SEGUNDO DIA EN AMSTERDAM   
 
        
 
SEGUNDO DIA:
Como os adelanté más arriba, el segundo día empezó con una visita a la casa de Anna Frank. Me encanta, antes de viajar, empaparme de todo lo que voy a ver y vivo el proceso de preparación casi tanto como el viaje. Por este motivo, días antes del viaje había leído “El Diario de Anna Frank” y vimos la película del 2001, la cual recomiendo. Tenía toda la historia de Anna y su familia muy reciente así que esta visita era quizás una de las cosas que más me apetecía de este viaje.
 
Compramos las entradas a través de la web oficial y por 0,50 cntms más nos aseguramos el no hacer colas (valen 8 €). Menos mal! Al llegar, a las nueve menos cinco, puesto que las entradas eran para las nueve, había una cola que daba la vuelta a la manzana casi…con las entradas en la mano, se las enseñamos al señor de la puerta y nos coló literalmente delante de la muchedumbre que hacía cola.
 
La visita me gustó mucho….tal y como lo había imaginado…tal y como Anna los describía en su diario…su habitación con fotos de actrices aún colgadas en la pared, el comedor, el castaño que veía desde su ventana y que va haciendo referencia a él en el diario, sigue allí solemne. El altillo al que subía a buscar patatas…todo tal y como estaba en mi mente. Lo único es que yo imaginaba que estaría amueblado y no lo está. Lo único que se conserva es la estantería que tapaba la puerta de acceso al escondite de los Frank. Tan emocionante!!
 
 
Al entrar, te ponen un video que también se puede escuchar en español, en el que te explican la historia de esta familia judía. Brevemente te ponen en situación, así que si os vais pronto a Amsterdam y no conocéis la historia, aunque no os de tiempo a leer el libro, con esa introducción queda todo claro.
 
En una horita la visita se hace, pensad que es una casa, y por mucho que te entretengas en un ratito liquidas el tema.
 
Al salir nos fuimos andando hacia la estación central
ya que a las 11.00 empezaba la ruta a pie gratis por la ciudad. Os la recomiendo! El guía que nos tocó se llamaba Jorge, un chico español (yo creo que gallego) muy agradable que nos llevó por los sitios más relevantes, o por lo menos los que salen en las guias TOP 10 de EL PAÍS AGUILAR:
 
Plaza Dam, Palacio Real, Iglesia Nueva, Iglesia Vieja, Barrio Rojo, Chinatown, el convento de Begijnhof, casas okupas, coffeshops más emblemáticos y muchos otros lugares frente a los que se detenía sin prisa y nos explicaba con todo lujo de detalles anécdotas, contextos histórico-sociales, etc. La verdad es que estuvo muy bien. Al terminar la ruta que duró 4 horas con 15 minutos de descanso, cada uno le dio lo que le pareció. Y también hubo quien se escaqueó.
 
 
Es una opción acertada para los que viajéis con poco tiempo y queráis haceros una idea global de toda la ciudad. 
 
Eran la tres de la tarde cuando terminamos, así que nos fuimos para Warmostraat que es una calle muy animada llena de cafeterías, restaurantes, cofeeshops, tiendas de recuerdos…y entramos en un chino a comer. El chino era como los de aquí…vamos, arroz tres delicias, pollo con almendras, ternera en salsa de ostras…un poco más caro que aquí, esos si…creo que casi 30€ los dos. Pero estaba bastante bueno.
 
Eran las cuatro cuando terminamos de comer y tiramos para el estadio del AJAX ,
 (deportista de casa y con el mando en la mano, claro) le apetecía verlo. Aquí no tengo nada que comentar, un estadio de futbol…pero bueno, a quien le interese la visita guiada dura una hora y cuesta 10€. Hay un museo y una tienda de cosas de merchandising del equipo. Para ir, debéis tomar el metro número 54 en la estación central, dirección GEIN, y bajar en la parada STRANDVLIET ARENA. Desde allí ya se ve el estadio.
 
De vuelta, ya las seis y media, estuvimos callejeando, haciendo algunas compras, merendamos en una cafetería en la que había unos dulces deliciosos…volvimos a callejear, tomamos unas cervezas en el Barrio rojo e hicimos un poquito de tiempo para ir a cenar a un restaurante que una persona del foro recomendó y me dio confianza. Hoy os lo quiero recomendar yo:
 
Se llama ANEKA RASA. Es un restaurante de origen indonesio, como sabréis hay mucha influencia indonesia en Holanda y eso queda también plasmado en la gastronomía. El plato más típico es el Rijstaffel, que etimológicamente significa “mesa de arroz”. La base es arroz de varios tipos, que se debe mezclar con otros muchos ingredientes cocinados con salsas exquisitas: de coco, de jengibre, picantes…cada uno de los ingredientes vienen presentados en pequeños platitos como de degustación, y hay como unos trece platos más los cuencos con el arroz: brochetas de pollo con salsa de coco, carne de ternera, también verduras, huevos…pero todo aderezado de forma muy exótica y que, a mí personalmente, me gustó mucho.
Cenamos los dos por unos cincuenta euros, no llegó, con la bebida incluída.
      
 
Oferta gastronómica hay mucha en Amsterdam, así que para los que no seáis muy atrevidos no os preocupéis que en cada esquina hay un español, un chino, un garito de estos de kebabs, en fin… de todo. Pero yo os animo a que probéis el Rijstaffel que os gustará y es otra forma más de vivir la ciudad. Para tapas ya tenemos Andalucía que es una maravilla, no? .Esto también es una opinión…

Al salir de allí fuimos a tomar un café, paseamos por la ciudad de noche que está súper animada y casi arrastrándonos del cansancio volvimos al hotel. Ya había pasado otro día…que rápido pasan los días cuando estoy de viaje…
 
 
 
TERCER DIA EN AMSTERDAM  
 
 
TERCER DIA EN AMSTERDAM
 
El tercer día y último, había que exprimirlo al máximo así que el madrugón también fue importante. Después de un súper desayuno en el hotel, cogimos el tranvía y nos pusimos en marcha hacía el barrio de los museos. Teníamos hora en el Van Gogh a las 10, también compramos las entradas por internet para evitar colas.
 
Estuvimos paseando por el barrio de los museos, por los alrededores del rijksmuseum, nos tomamos la típica foto de las letras gigantes “I AMSTERDAM”, y estuvimos visitando todo el barrio que es realmente elegante y bonito. A las diez ya nos fuimos hacía el Van Gogh y empezamos la visita. A mí me gustó mucho, también los días antes del viaje estuve leyendo sobre la vida súper traumática de V. Gogh, su obra, lo que representaba en sus cuadros…de esta manera me resultó luego mucho más interesante enfrentarme a la obra. Os recomiendo también una película sobre su vida “El loco del pelo rojo”, muy buena. Y si os animáis, un libro: “cartas a Theo”. Theo fue su hermano, su protector, su amigo y su confesor. Durante su vida, Van Gogh le escribió cartas a su hermano que se recogen en este libro. A través de ellas ves la compleja personalidad de este genial pintor.
 
 
 
AUTORRETRATO DE VAN GOGH
 
Estos días y hasta junio, a parte de la colección permanente, hay otra sobre la noche en los cuadros de Van Gogh. Es muy buena. En esta segunda exposición, los audioguías son gratis y os los recomiendo porque las explicaciones son muy interesantes.
 
Decidimos darle caña al tema ya que la tarde la teníamos destinada a hacer una excursión fuera de Amsterdam y antes queríamos pasar por el Bloemenmarkt, el mercado de las flores. Así que en dos horitas y media vimos el museo, y de allí nos dirigimos en tranvía hacía Muntplein, que es donde se encuentra el mercado de las flores.
 
Qué bonito!!!!! explosión de colores, de flores de todo tipo, de todas formas, de todos los tamaños y olores…me gustó mucho…Estuvimos paseando un buen rato.
 
 
UNA PARADA DEL MERCADO DE LAS FLORES
 
Para comer, como no había tiempo material para pararse nos pasamos por un súper Albert Heijn, que vienen a ser como los Mercadona de aquí por cantidad de establecimientos y por variedad de productos. Compramos unos sándwiches y nos los fuimos comiendo de camino al lugar de salida de la excursión. 
 
La excursión partía de al lado de la plaza Dam (por cierto, DAM significa Dique. Amster-DAM: la primera parte proviene del río AMSTEL. Esto nos lo explicó Jorge, el súper guía gallego), a las 14.30.

Nunca contratamos excursiones organizadas. Nos encanta ir a nuestro aire, pararnos en tantas cafeterías como nos apetezca, ver tantas tiendecitas como se nos antoje y, en definitiva, no ir pendiente de nadie. Pero en este caso y en este viaje íbamos muy pegados de tiempo porque cuando cogimos los billetes de avión, no entraba en nuestros planes para nada salir de Amsterdam. Pero al ir preparando el viaje y leyendo en el foro, leí lo que contabais de Volendam, de Zaanse Shaans, de Edam…y me entraron muchas ganas de visitar estos pueblitos típicos holandeses que para nada imaginaba yo que estaban tan cerca de Amsterdam, por eso ni me lo había planteado.
 
Por ello, comprimimos en nuestro planning todo lo que queríamos ver de Amsterdam, para poder dejarnos una tarde para esta excursión. Os explico:
 
La excursión cuesta 32€ y la contratamos en la oficina de turismo de la estación central con la empresa TOURS & TICKETS. Nos recogió un autocar con una guía muy simpática, que hablaba perfectamente español, inglés, francés y alemán. Las explicaciones las daba en los cuatro idiomas.
 
La primera parada Zaanse Shaans…es un pueblo repleto de molinos, un museo al aire libre. Tan bonito…estuvimos viendo el proceso de elaboración de los zuecos de madera y nos dejaron tiempo libre para visitar el pueblo, con el tiempo justo para hacer cuatro fotos con los molinos de fondo.
 
Desde allí nos dirigimos a una quesería muy cerquita de Volendam. Una chica monísima y rubia vestida con el traje típico holandés, nos recibió y nos explicó el proceso de fermentación y elaboración de los quesos. Tras la explicación de diez minutos, nos pasaron a la tienda en la que había una degustación de quesos. Los probé todos y no compré ninguno. Porque alguien del foro había comentado que los mismos quesos en el aeropuerto estaban mucho más baratos. Y yo doy fe. Compré el ahumado (que está muy bueno, por cierto) en Schiphol, bastante más barato.
 
Desde allí nos llevaron a Volendam. Volendam es como el pueblo de Hansel & Gretel de la Casita de Chocolate…es decir, como un cuento. Es un pueblo pesquero con casitas de madera verde. Allí es muy típica la anguila ahumada y claro, había que probarlo. Estuvimos una horita en Volendam paseando, es muy pequeñito y en una hora lo ves bien. Si hubiéramos ido por libre, seguramente nos hubiéramos quedado mucho más rato… pero la verdad es que con una hora nos llegó.
 
Desde allí cogimos un barquito que nos llevó a una isla, Marken. En Marken estuvimos muy poquito rato, pero es un pueblo muy similar al anterior. Allí nos esperaba el autobús ( aunque es una isla, hay un dique y por eso se puede llegar en coche o bus), que nos llevó de vuelta a Amsterdam sobre las 19.30.
La excursión duró unas cinco horas y sólo os la recomiendo en casos como el mío, que vayáis muy justos de tiempo. Si aún no habéis cogido los billetes de avión, os recomiendo que estéis un día más en Amsterdam y os hagáis esta excursión por libre en un día entero. En el foro hay información suficiente en cuanto a autobuses, tren, etc. 
 
Seguimos. A las 19.30 habíamos quedado por Leidseplein con mi primo y unos amigos suyos que por casualidad también estaban en Amsterdam. Yo lo supe unos días antes del viaje y lo que son las cosas, íbamos en el mismo avión de ida. Así que quedamos que quedaríamos un día para cenar. Y ese era el día. Quedamos para tomar unas cervezas en una cervecería tipo pub irlandés en el que ponían una música buenísima, justo en la plaza Leidseplein. Estuvimos intercambiando experiencias entre Heineken y Heineken hasta que nos dio la hora de cenar y fuimos a “wok to walk” muy cerquita de allí. Para los que no lo conozcáis, es una cadena de restaurantes tipo comida rápida pero de wok. Por unos 8€ por persona tienes un plato de pasta cocinada tipo wok con sus verduritas, su carne, sus gambitas…y una bebida. Está bién. Además ves como te lo cocinan en las sartenes estas para wok. Para comer en plan rápido y barato, os lo recomiendo.
 
Eso sí, acabas de comer y tienes allí un tío que viene y te retira el plato para que vayas pensando en levantarte e irte. Pues eso hicimos, nos fuimos a tomar un capuccino por la zona y estuvimos de charla hasta tarde.
 
Este fue nuestro ultimo día…al día siguiente cogíamos el avión de vuelta a Barcelona a las 9.30 de la mañana, así que mejor sería ir tirando para el hotel.
 
                     ******      CONCLUSION      ******
 
 
Amsterdam me ha gustado. Tiene personalidad propia y rasgos que hacen de ella una ciudad única. Su arquitectura característica, esas casas estrechas (debido a que los impuestos se pagan en función de la anchura), esos tejado en forma de “V” invertida, las bicicletas, los tranvías,…todo junto aderezado con esa dosis de transgresión y liberalismo, hace que te sientas cómodo e integrado desde el minuto uno.
La gente es tremendamente amable y dispuesta a ayudar al visitante. Si te ven con un mapa abierto en la mano y con cara de póker, se acercan con ánimo de ayudarte en la medida de lo posible.
Me ha llamado mucho la atención el buen inglés de los holandeses, pronunciación muy acertada lo cual es fundamental para el buen entendimiento con el turista. Que no os sea un problema el idioma porque aunque el holandés es bajo mi punto de vista un idioma muy complicado, ellos van a hacer todo lo posible para que los entiendas. Es más, en las zonas más céntricas de Amsterdam, siempre hay algún camarero o dependiente o empleado de oficina turística que chapurrea el español.
En cuanto a los días para visitar la ciudad, sinó tenéis intención de salir de Amsterdam, yo creo que en un fin de semana largo (viernes tarde, sábado y domingo), se ve la ciudad. Amsterdam es una ciudad relativamente pequeña y haciéndote un buen planning que abarque lo más importante , al estar todo muy cerca no se pierde tiempo en desplazamientos y da tiempo de visitar todos los barrios con sus monumentos y un par de museos. Claro está, si se dispone de más tiempo, para los que os gusten los museos tenéis el Rijksmuseum que contiene obras de Rembrandt y de Vermeer entre otras. El museo judío, el museo histórico, el museo de Rembrandt…
Para los fans de los mercadillos , tenéis un montón de ellos como el Albert Cuypmarkt, o el mercado de Waterloo…
Para los cerveceros, la Heineken experience…
Amsterdam da de sí tanto como uno quiera, pero si estáis pensando en una escapadilla de fin de semana, para mí es ideal.
 

 

 

 


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