Todo Marruecos es interesante para visitar, desde la las ciudades del norte como Tánger, Tetuán, Chauen y Fez, hasta el desierto en el
sur, todo tiene su encanto. Quitando Rabat y Casablanca, ciudades muy europeizadas, todas las demás son encantadores y exóticas, pero para mi Marrakech y sobre todo
Fez, por la historia que atesora y lo exotico de su medina, es la mas interesante para visitar.
Dentro de lo que es la ciudad, lo mas característico es la medina. Se denomina Medina a el casco viejo de las ciudades árabes, pero en
realidad el vocablo, en árabe, madina, significa simplemente "ciudad o pueblo".
A Marruecos a hay que viajar con una maleta especifica, en la que tienes que meter un poco de paciencia, una buena sonrisa y muchas ganas
de conocer una cultura tan diferente y tan cercana a nosotros los españoles. Es verdad que a veces son un poco pesados( Con las terrazas, las vistas.....) y
siempre están encima de ti, ya sea para que compres, para que entres en una tienda, o para que te acompañen para lo que ellos llaman “fabrica”, que no es mas que una
supertienda tienda en la que te van a invitar a un té y te vas a tirar por lo menos una hora o hasta que compres algo, eso sí van a tratar de meterte un palo, cuanto
mas grande mejor, bueno no todos, eso sí. Pero de eso hablaremos mas tarde.
Fez es una de las más antiguas ciudades del norte de Marruecos, situada en las colinas del Atlas Medio, se
desarrolló a lo largo del rió Uadi. Fez fue un importante centro religioso y comercial, por aquí pasaban las rutas comerciales que unían el océano
Atlántico y el Mediterráneo con los países Subsaharianos.
Fue fundada por el gobernador marroquí Idris II en el 808 d.C. y se construyó aquí la célebre mezquita de Mulai Idris, lugar
sagrado al que sólo pueden entrar los fieles. También en Fez puede verse la gran mezquita Qarawiyin, que después de la de Casablanca de reciente
construcción, es la más grande de África.
Fue un centro educativo, cultural y religioso durante siglos y es venerada por su significado espiritual. La
ciudad también es conocida gracias al gorro rojo típico en forma de vaso y confeccionado en fieltro, que se denomina con la misma palabra, el
Fez.
Como dije anteriormente, a la medina, se le considera la zona vieja de la ciudad, esta cerrada al trafico, a parte porque por
la mayoría de las calles no entra ni un coche pequeño, y esta declarada monumento protegido por la UNESCO desde 1967.
Hoy en día, la medina es un laberinto de calles estrechas, delimitadas por las antiguas viviendas, comercios y talleres, que
se mantienen en pie gracias a la construcción de contrafuertes y que cada vivienda sostiene a las de al lado. Comprende más de 150 barrios, y cada uno de
ellos debe contener, según la ley, una mezquita, una escuela Coránica, una panadería, una fuente y un hamman (baño turco). La ciudad es famosa por su
confección textil, la industria del cuero y los alfareros, pero en general todas las ciudades, por lo menos del norte de Marruecos, tienen una industria
semejante. Es por lo general muy activa en lo concerniente a la artesanía.
Los monumentos más conocidos son la Mezquita de Moulai Idris (del siglo IX, reconstruida en el XIII), la tumba del fundador
de la ciudad, la mezquita Qarawiyin (fundada en el año 859 y ampliada hasta el siglo XIII), la medersa Bu' Inaniyya, una residencia para estudiantes del
Corán que fue construida en 1355 y la mezquita de los andaluces (fundada en el 860 y ampliada en el 1200).
Primero, antes de sumergirse en la vorágine de la ciudad, hay que apreciarla en su conjunto, y para ello verla desde sus
múltiples miradores. Desde allí vais a observar el entramado de la ciudad, las tapias de las casas, la penumbra de sus calles, el color pastoso de sus
casas, que han quedado ancladas con su fisonomía desde su fundación. Lo único que desentona con la ambientación de siglos pasados son las antenas de Tv y
las parabólicas. Todo lo demás, es de época total.
Pero apreciar a esta ciudad, hay que recorrerla de día y luego al atardecer. Cambia totalmente. Por la mañana es
una ciudad muy bulliciosa, llena de gente que deambula entre comercios, comprando y la mayor parte de las veces, solo observando, y luego al atardecer,
adquiere otra velocidad. A esta hora la medina es mucho más relajada y menos agobiante.
Las ciudades árabes, como las judías, engañan mucho. Por fuera, hacia la calle, no se aprecia la magnitud de las casas,
porque estas están orientadas hacia el interior. El musulmán es muy celosos de su intimidad y su habitad lo orienta siempre hacia el interior. Por eso
crearon esos patios domésticos tan alegres y luminosos, que son en definitiva los patios andaluces.
Fez oculta entre sus muros de adobe aparentemente anónimos palacios, mansiones, mezquitas y jardines que son como pequeños
remansos de paz que sobreviven entre el jaleo de las calles. Por eso hay que pasarla y observar bien cada portón, si esta entreabierto, porque dentro
encontréis un mundo diferente al que se intuye desde la calle.
Los árabes son muy chillones, ya lo comprobareis, les gusta mucho expresarse a voces, no es que estén enfadados, es que son
así y punto. De todas maneras, a parte del griterío, lo que mas me ha llamado la atención, es la mirada que tienen, sobre todo los hombres, negra y
profunda, que a veces produce desasosiego. Siempre habrá algún hombre mirándote. Las mujeres, por la propia cultura no te suelen mirar y si tú las miras,
te van a cambiar la mirada. La mujer, ya sabemos, que en el mundo musulmán, está catalogada en otra categoría, así que ojo, no tratar de ligar ni forzar la
conversación con alguna mujer ( a parte la cuestión comercial) porque pueden darte un disgusto.